"Envejecemos porque nos oxidamos"
Así como un trozo de metal se oxida, también lo hace nuestro cuerpo. La Oxidación es un proceso químico que le ocurre a toda la materia, aún al cuerpo. Y esa oxidación se relaciona con el envejecimiento de células, tejidos y órganos. Por eso, conocer la oxidación y prevenirla, ayuda a prolongar nuestro período vital.
Por esta razón es de vital importancia conocer a fondo los procesos de Oxidación que ocurren en nuestro cuerpo, a fin de neutralizarlos por medio de una alimentación adecuada y hábitos de vida saludables.
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Conocer la Oxidación y prevenirla ayuda a prolongar nuestro período vital. |
Las Oxidaciones que ocurren en nuestro cuerpo, son parte de los procesos metabólicos del organismo y producen residuos. Por eso la oxidación se liga al envejecimiento de los tejidos. Además, en la oxidación se generan sustancias llamadas “radicales libres” capaces de matar a las células.
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Los Antioxidantes Neutralizan los Radicales Libres. |
Así, una persona químicamente no va envejeciendo, se va oxidando.
Para intentar impedir la oxidación de las sustancias del cuerpo se deben
ingerir alimentos y sustancias anti-oxidantes, para
que se oxiden ellas y no el cuerpo.
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Comer frutas y verduras en abundancia está asociado a menor riesgo de sufrir enfermedades por su alto contenido de Antioxidantes. |
Un factor potente para formar radicales
libres por oxidación en el cuerpo es la luz ultravioleta (UV), por lo
que no es saludable recibir mucha. De hecho su exceso facilita la aparición del
cáncer de piel.
El Envejecimiento
El envejecimiento produce una serie de
transformaciones corporales y una disminución progresiva de las funciones
fisiológicas. Aumenta la materia grasa, se reduce la masa muscular y se produce
un deterioro general de las funciones.
La teoría más aceptada para explicar este proceso es la del estrés
oxidativo, según la cual, con la edad, el organismo genera más radicales libres
que tienen el poder de oxidarnos, lo que nos hace envejecer; y por otra parte, el sistema
inmunológico produce un menor número de sustancias antioxidantes.
Terapia Antienvejecimiento
La terapia antienvejecimiento se basa fundamentalmente en la adopción de
hábitos saludables, como el ejercicio físico, el consumo de frutas y
verduras y la reducción de hábitos tóxicos como el tabaco y el alcohol. “Sin
embargo cada vez estamos mas convencidos de que la reducción de la ingesta es
fundamental. Hemos visto que disminuir la ingesta calórica en animales en un
30% logra un aumento en la supervivencia del 50%”, afirma Tresguerres (catedrático de
endocrinología de la Universidad Complutense – España).
Sin embargo, reducir la ingesta no es fácil. Por eso se han buscado
alternativas y estudiado formulas para establecer las cantidades (Kcal.) estrictamente
necesarias de los Macronutrientes, requeridos por cada persona según su biotipo y estilo de vida, porque en exceso aceleran el envejecimiento del organismo. El primer paso a seguir en este aspecto es Aprender a Comer Bien, es decir eliminar de la dieta la llamada Comida Chatarra, de bajo valor nutricional y rica en calorías vacías, como es el caso de los refrescos y bebidas azucaradas en general. La idea es tener los
beneficios de la restricción calórica sin renunciar a los alimentos necesarios en la mesa.
Para complementar la lucha contra la oxidación se recomienda seguir una dieta saludable que incluya fruta fresca y verduras.
Hay que tener en cuenta también que los alimentos normalmente contienen varias sustancias antioxidantes, entre las que se establece un efecto sinérgico que las hace mucho más recomendables que la administración de antioxidantes concretos en solitario. No se trata de vivir más años, sino vivirlos con mejor y mayor calidad.
Hay que tener en cuenta también que los alimentos normalmente contienen varias sustancias antioxidantes, entre las que se establece un efecto sinérgico que las hace mucho más recomendables que la administración de antioxidantes concretos en solitario. No se trata de vivir más años, sino vivirlos con mejor y mayor calidad.
El Ejercicio
Es curioso lo que ocurre con el ejercicio, porque la actividad física provoca oxidación celular y, por tanto, podría estar contraindicado. Hay que tener en cuenta, sin embargo, que el músculo entrenado es capaz de aumentar su capacidad antioxidante. De ahí se deduce que quien realmente sufre el estrés oxidativo es el deportista de fin de semana. Por eso la recomendación permanente es que se haga ejercicio de forma regular.
Para comprender mejor la necesidad del ejercicio físico, veamos el ejemplo de los Astronautas.
Los Astronautas
(Articulo publicado en la revista Quo)
En gravedad cero es difícil cansarse. No hay que andar, nada es pesado. Los músculos tienen muy poco trabajo. Si simplemente se dejaran flotar durante solo una semana, los astronautas perderían el 20% de su masa muscular.
Sin la gravedad, el cuerpo no recibe señales para regenerar el hueso, y pierde un 1,5% de masa ósea por mes, lo que se llama la osteopenia del viaje espacial. Entre la pérdida de músculo y hueso, en unos meses, una persona de 40 años volvería del espacio con el cuerpo de una de 80.
En la Estación Espacial Internacional (ISS), donde los astronautas pueden pasar varios meses, el ejercicio es cuestión de supervivencia. En la estación hay una máquina llamada aRED
(advanced Resistive Exercise Device) que les permite hacer ejercicios
de resistencia mediante émbolos de vacío, desde sentadillas hasta press
militar.
Además hay dos cintas para correr equipadas con un arnés que ata al astronauta con bandas elásticas, proporcionando una simulación de peso corporal que previene la pérdida de hueso.
Lo que les ocurre a los astronautas en ingravidez es una versión acelerada de lo que te ocurre a ti con el paso de los años. Si no usas tus músculos, se atrofian poco a poco.
Hacer pesas marca la diferencia entre llegar a los 40 años con el cuerpo de alguien de 20, o llegar con el cuerpo de alguien de 60.
Cuando compras un coche de segunda mano, lo primero que miras es el
cuenta kilómetros. Los coches se deterioran cuanto más se usan. Sin
embargo, tus músculos funcionan al revés. Cuanto más usas tus músculos, más se regeneran, y cada vez que se regeneran crecen más fuertes que antes.
Con los años y el sedentarismo tu cuerpo deja de producir las hormonas necesarias para que tus músculos crezcan, sobre todo hormona del crecimiento. Nuestros antepasados no tenían ese problema. Cargar con troncos, animales o sacos de grano era una actividad diaria. Hoy en día, si lo más pesado que levantas en el día es el maletín del ordenador portátil, estás en peligro.
Correr solo no basta. La carrera consiste en repetir un ejercicio sencillo (dar una zancada)
durante mucho tiempo. Si corres largas distancias, además, perderás
músculo. Si pierdes músculo llegará un momento en que estarás demasiado
débil para correr. Para colmo, con menos musculo quemas menos grasa.